ÉXITO Y LA PROSPERIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS

Al mencionar la palabra crisis muchas personas se preocupan, se tensionan, se ponen a la defensiva y comienzan a recordar eventos asociados con momentos difíciles que pasaron. Y es que las crisis, que son cambios profundos de consecuencias importantes, se dan en diferentes áreas de la vida y las vivimos todos.

Lo importante es como las afrontamos, ya que podemos salir triunfantes de ellas o hundirnos.

Hoy te hablaré de una manera diferente de afrontar las crisis desde tomando la fuerza de tu sistema familiar, de quienes te antecedieron en la vida.

Para esto debes tener en cuenta los siguientes principios:

1.   PERTENENCIA. –  

Todos tenemos necesidad de pertenecer a nuestro sistema familiar y sentirnos incluidos. 

Cuando excluimos a alguien estamos excluyendo parte de nosotros mismos y nos disminuye la fuerza para avanzar. Excluir quiere decir hacer de menos, no tomar en cuenta, ignorar.

Se tiende a excluir a aquellos que hacen cosas que van en contra de las reglas del sistema. Por ejemplo, antes se excluía a las mujeres que tenían hijos sin casarse, a los homosexuales, a los enfermos, a los locos, a los asesinos, prostitutas, abortos, a los que no seguían los códigos familiares.  El delincuente, a pesar del delito cometido, sigue perteneciendo a la familia.

Cuando hay alguien excluido todo el sistema sufre y lo más probable es que se produzcan lealtades e implicancias de los nuevos integrantes del sistema hacia el destino del excluido.

Al constelar se ordena todo el sistema y lo que estaba pendiente comienza a solucionarse mediante la inclusión y reintegración de quienes fueron excluidos, así se alivian los miembros del sistema.

2. JERARQUÍA

En todo sistema tienen prioridad los que llegaron primero.

Esto es fundamental y también aplica para las parejas anteriores.  Aunque no haya habido unión formal, si hay un hijo, la pareja anterior tiene un lugar en el sistema, el lugar que le corresponde.  Por ejemplo, si una mujer ha tenido un hijo con su primera pareja y luego se casó y tuvo tres hijos.  Así como su primer hijo es el mayor de los hermanos, la primera pareja tiene el primer lugar y el marido tiene el segundo lugar. Lo mismo si ha habido un aborto, espontaneo o provocado, el bebe no nacido tiene su lugar entre los hermanos.  Al reconocer esto se restablece el orden.

3. EQUILIBRIO ENTRE EL DAR Y EL TOMAR.

Tomar es distinto de recibir, al tomar uno se apropia de lo que le es dado, el recibir es un acto pasivo. En todas las relaciones tiene que haber un equilibrio entre el dar y el tomar. Se rompe el equilibrio cuando se da mucho y mal que haya excluidos. Muchas dinámicas de fatalidad, tienen que ver con excluidos.

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