“Un pensador positivo es una persona tenaz y decidida….practica la filosofía del optimismo, que afirma que, en la vida, la bondad supera a la maldad…”
Norman Vincent Peale
Debo confesar que hubo un tiempo de mi vida en que era muy negativa; si ahora lees mis posts, vienes a una sesión de Coaching conmigo, a mis conferencias, entras en mis páginas de internet o me ves por la televisión, seguro no lo vas a creer. Y ese tiempo de negatividad fue bastante largo, me parecía que yo lo escondía muy bien y que nadie se daba cuenta de eso. Aparentaba ser feliz, pero frente al espejo de mi tocador me preguntaba para qué estaba aquí, y por qué tenía mala suerte, definitivamente no era feliz, no lograba encontrar el camino, no quería seguir viviendo.
Mi lenguaje era negativo, y eso solo podía provenir de los pensamientos negativos que mantenía y de no darme cuenta quien era en realidad. Ahora ya tenía una pista para comenzar mi cambio.
Comencé a leer muchos libros de autoayuda, a estudiar más la Biblia, y seguir cursos y capacitaciones para superar esta negatividad. Ahí se fueron abriendo mis ojos, mi mente y mi corazón, fui tomando consciencia de que, si pensaba negativo, sentía negativo, hablaba negativamente era porque había negatividad en mi interior, entendí que de la abundancia de mi corazón hablaba mi boca.
La respuesta, entonces, era cambiar lo que había en mi interior y fue ahí que comenzó el gran cambio. Gracias a la valiosa información que estaba recibiendo, aprendí que cada uno crea su mundo, y ese mundo será como es su interior, como está su corazón. No dependía de nadie más, sino de mí realizar los cambios que requería mi vida y confiar en Dios, mi gran fuente de poder y amor. Esa fue una gran noticia, ya que cuando tratas de cambiar el exterior y a las personas que crees son las culpables de lo que te pasa, no logras nada más darte contra una gran pared, agotarte y resentirte aún más. Cuando aceptas que el cambio comienza en ti y que tú puedes controlarlo, comienza la magia. Todo cambia, termina tu invierno para comenzar la primavera.
Posteriormente, al estudiar y tener contacto con el mundo cuántico di otro paso enorme, tenía sentido la frase de Tesla: “Si quieres entender el universo, piensa en energía, frecuencia y vibración”
Yo, que seguía empeñada en entender mi universo, me di cuenta que cuando era negativa estaba vibrando negativamente, con vibraciones bajas, tenía sintonizada la radio de mi vida en una frecuencia que no quería, emitía energía negativa y eso mismo atraía. Era un imán de cosas negativas.
A las vibraciones que emite un pensamiento, un sentimiento o una acción no las podemos ver con nuestros ojos, pero existen y las podemos sentir ya que hacen que nuestro propio cuerpo físico se transforme, son reales, tienen color, movimiento, forma e influyen además de en cada uno, en todo lo que hay en el universo. No ver algo, no significa que no existe, tú no puedes ver la señal del Wifi, pero a través de ella te comunicas, y si no pagas por este servicio, te cortan la señal.
Una de las cosas que debes abandonar si quieres ver un cambio en tu vida es el síndrome de santo Tomás, ver para creer. Mi experiencia es de creer para ver, creer para crear.
Veamos qué produce las malas y buenas vibraciones. Cuando aprendí la importancia de vibrar positivamente busqué maneras de elevar mis vibraciones, hacerlas positivas y encontré muy buenas recomendaciones, en la web hay muchas. Te paso algunos tips al respecto, espero te sean de mucha utilidad como lo han sido para mí.
MALAS VIBRACIONES, ¿DÓNDE ESTÁN?
Se producen bajas vibraciones siempre que:
– Ves, escuchas, posteas noticias negativas, y lo peor que lo haces una y otra vez, afectando todos los sistemas de tu cuerpo ya que se producen bioquímicos en cantidades anormales que desequilibran y bajan tus defensas poniéndote mal física y emocionalmente. El sistema simpático de tu cuerpo, se vuelve antipático, y tu nivel de estrés sube, sube y sube con las terribles consecuencias que acarrea.
– Tienes una mala alimentación debido a que ingieres alimentos muertos con vibración negativa como las carnes, y dañinos como grasas saturadas, azúcar, exceso de sal
– Criticas continuamente, todo y todos te parecen mal y sobre todo vives en una continua autocrítica destructiva, recriminándote por lo que hiciste y por lo dejaste de hacer.
– Culpas a todo el mundo de lo que te pasa, y ni se te ocurre que tú tengas responsabilidad en ello.
– Vives y sufres con emociones negativas como la envidia, el rencor, la frustración, la ira, el miedo y no reconoces que el control de tu vida está en ti.
– Consumes drogas de cualquier tipo.
– No sabes respirar adecuadamente.
– Escuchas música que tiene baja vibración, cantas a todo pulmón canciones de dolor, despecho, rabia, desilusión, abandono, odio.
– Procrastinas constantemente
– Desconoces tu propósito de vida y no haces nada por descubrirlo.
– Te expones demasiadas horas a aparatos electrónicos como celulares, tablets, computadoras y otros que absorben tu energía y duermes cerca a aparatos electrónicos que te absorben la energía y te debilitan.
– Piensas que naciste para sobrevivir y que la vida es un campo de batalla convirtiendo cada día en una lucha que te agota.
– Tienes fuertes apegos a personas, situaciones y cosas que muchas veces te lastiman.
– Tienes un lenguaje de queja permanente.
ES EL TURNO DE LAS VIBRACIONES BUENAS
Comienzas a vibrar alto cuando:
– Te amas tal como eres, te respetas y tomas conciencia que vas a amar a los demás como a ti mismo (por eso te amas primero a ti mismo).
– Integras en tu vida sentimientos de amor, gratitud, alegría, solidaridad, entusiasmo, compasión y cualquier sentimiento que eleve tu estado anímico.
– Te alimentas sana y conscientemente
– Cuidas tu cuerpo con ejercicio adecuado
– Meditas y te conectas con tu esencia interior, no importa de la religión que seas.
– Aprendes a respirar adecuadamente, suave y profundamente.
– Duermes las horas que necesitas para obtener un descanso apropiado y sin estar rodeado de aparatos tecnológicos que no te permite descansar bien, por las ondas vibratorias que emiten.
– Bebes agua e interactúas con ella, el agua es una gran sanadora, te recomiendo mirar en Youtube el reportaje “Los secretos del agua” de Masaru Emoto, te vas a sorprender y aprenderás mucho.
– Tienes contacto con la naturaleza, animales, plantas, caminas en el pasto, sobre arena o tierra, abrazas un árbol, cuidas plantas, disfrutas del sol, un río, una cascada, una montaña, el mar.
– No tienes apegos.
– Te acercas a una fuente de desarrollo espiritual, en mi caso Dios
– Aprendes el lenguaje de la gratitud con todo y con todos
Recuerda que tu vibración afecta a tu entorno, si vibras alto vas a influir sobre todos los que te rodean, sobre el universo mismo.
Los cambios son de adentro hacia afuera, el miedo está en tu interior y lo proyectas al exterior. Si en tu interior hay paz, armonía, amor no habrá miedo que se resista, los habrás conquistado a todos.